El abuelete ha visto llover mucho desde la época en que mandaba cartas a su novia, y las tecnologías de la información han avanzado una barbaridad. Hoy las gamusinas hemos grabado un vídeo en el que explicamos mediante una metáfora la diferencia entre Web 1.0 y Web 2.0.
En él hemos representado la Web 1.0 como una interacción básicamente unidireccional entre dos personas desconocidas, en la que una busca información de forma pasiva y la otra la proporciona de una forma más o menos formal. Con esto hemos querido representar la función de acceso y lectura de información dentro de las redes, el hecho de que se trata de páginas estáticas sin más función que la de informar y la escasa interacción que predominaba en esta primera fase de la red.
La Web 2.0 por el contrario la hemos representado como un grupo de personas que interactúan plenamente entre ellas, opinando, aportando contenidos nuevos, modificando los existentes, y todo ello dentro de una estructura de red más flexible, participativa, personalizada y atractiva, como sucede por ejemplo en las redes sociales y wikis.
Esta rápida evolución nos hace pensar que como usuarias y contribuyentes en la red seremos testigo de muchas más evoluciones. La próxima ola ya se acerca: la Web 3.0 probablemente será una red con inteligencia semántica, es decir, que la red será una gigantesca base de datos que hará un uso avanzado de la inteligencia artificial para las búsquedas.
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